UNA INTRODUCCION AL BUDISMO ZEN

 

Sobre budismo zen hay mucho ya escrito, desde textos antiguos pasando por otros menos antiguos hasta los de maestros más recientes, así que no es pretensión de este artículo añadir algo particularmente novedoso sobre el tema, sino más bien proporcionar unas indicaciones prácticas y sencillas para tod@s aquell@s que estén interesad@s en saber de qué va esto del zen, sin por ello tener que necesariamente acudir a un centro o tener que leerse libros sobre el tema. Sería algo así como  un primer contacto a partir del cual si "pica el gusanillo", uno profundiza más. Para la comprensión del zen, nuestra escuela, dirigida por el maestro Tesshin Sanderson (discípulo de Maezumi Roshi), hace hincapié particularmente en tres aspectos esenciales, a saber:

1- MEDITACION.

2- ACTITUD CORRECTA EN LA VIDA DIARIA.

3- ESTUDIO.

La tres cosas se complementan, o sea, no puede haber zen sin meditación (zazen), tampoco sin una actitud atenta en el día a día, así como no lo hay sin un mínimo de comprensión intelectual.

Hay diferentes escuelas de zen así como hay diferentes ramas de budismo, algunas ponen más énfasis sobre uno u otro aspecto, pero fundamentalmente todas tocan los tres.

LA MEDITACION ZEN :

Se llama zazen, simplemente sentarse. También en este caso se suelen considerar tres aspectos importantes: - la postura - la respiración - la actitud mental.

-La postura:

"Busca un lugar tranquilo, siéntate cruzando las piernas y yergue tu cuerpo" tales son las mismas palabras del Buda. Generalmente en todas las escuelas zen se hace bastante hincapié en adoptar una buena postura considerándola muy importante para el zazen. En algunos casos es tanta la importancia que se le da que se llega a considerar que sin una correcta  postura no hay zazen; en nuestro caso no llegamos a tal extremo, lo que consideramos importante y fundamental es adoptar una postura, con o sin piernas cruzadas, con la espalda recta y con una pequeña flexión lumbar. Se habla de piernas cruzadas simplemente porque por una parte, permite una cierta estabilidad y por otra, en los tiempos de Buda y particularmente en oriente, sentarse de esta manera era de lo más natural, no suponía casi ningún esfuerzo, sin embargo, en los tiempos modernos y en particular en occidente, obligar a una persona a cruzarse de piernas durante media hora o más es algo muy fuerte. De tal manera que una persona puede usar una banqueta o hasta sentarse en una silla si se diera el caso, ya que lo que más importa es la actitud con la que nos sentamos. Es evidente que un mínimo de esfuerzo, particularmente al comienzo, es necesario; si no estamos acostumbrad@s a estar quietos durante media hora, cualquier postura que adoptemos nos resultará incómoda, por eso es importante reconocer cuándo simplemente es molestia o cuándo hay dolor; un poco de molestia con el tiempo se va quitando, pero el dolor fuerte puede resultar hasta dañino físicamente. Hasta qué punto es sólo molestia y cuándo es dolor serio sólo lo puede saber un@ mism@, desde fuera no podemos insistir y obligar a nadie a adoptar una postura ideal. Hay que considerar también que muchas personas están muy inquietas, por estrés o por cualquier otra razón, por lo cual tienen mayor dificultad; en estos casos quizás sea aconsejable que compartan la práctica de zazen con alguna otra actividad menos estática y más activa que les ayude a tener un mejor "aplomo" en zazen.

En definitiva, sentarse cómodos pero no laxos, cruzando las piernas, de rodillas o en una silla, con la espalda recta, los hombros ligeramente hacia atrás, el pecho más bien fuera, el mentón recogido, la cabeza en línea con el cuerpo, las manos sobre el regazo, la mano izquierda encima de la derecha y los pulgares tocándose ligeramente formando una especie de óvalo. Adoptar una buena postura es básico y nunca mejor dicho ya que  ésta es la "pista de despegue".

-Respiración:

La postura nos permite relajar el diafragma y poco a poco asumir una respiración abdominal; decimos "asumir" porque la respiración tiene que ser natural y sin control pero como tampoco estamos acostumbrados a una respiración abdominal, al principio nos resultará difícil y hay cierta tendencia a forzarla. Es más bien llevar la atención a la zona y, sin esfuerzo, acompañar el movimiento del plexo solar. La respiración es lenta y pausada, serena y consciente; al comienzo puede resultar inconstante, pero después de los primeros minutos se estabiliza. La boca se mantiene cerrada con la lengua pegada al paladar, se respira por la nariz, sin controlarla,  tiene que ser silenciosa, en caso contrario,  sí habría que hacer algo para que no se oyera.

En zazen los ojos no se cierran del todo, la mirada está desenfocada y se deja caer al suelo.

En cuanto nos sentamos, balanceamos un poco el cuerpo con los puños apoyados encima de las rodillas, estiramos el tronco, recogemos los hombros y el mentón, observamos la respiración, la zona abdominal y.... a los pocos minutos la mente nos lleva a algún otro lugar.

-Actitud mental:

La función del pensar es algo natural. Si uno nunca se ha preocupado de parar conscientemente esta función automática y a veces compulsiva, ¿por qué debería hacerlo ahora? Es muy importante tener en mente este concepto: no se trata de no pensar, sino más bien de observar el fenómeno mental, pero particularmente al comienzo, dicha actividad se manifiesta de forma tan compulsiva que necesitamos algunas herramientas para que se frene un poco.

En zazen, la mejor herramienta es observar la respiración. Sin embargo al comienzo hace falta algo más porque sólo la observación nos lleva fácilmente a la distracción. Entonces recurrimos al medio hábil de contar respiraciones; sale aire y contamos mentalmente uno, entra y contamos dos, seguimos así hasta llegar a diez y entonces regresamos al uno en la siguiente expiración. Lo que importa es que en cuanto te das cuenta que estás distraído y no recuerdas el número en que vas, simplemente vuelves a empezar desde el principio sin más, una y otra vez.

La mente te llevará por miles de lugares, pero tú siempre vuelves a retomar la concentración contando uno en la primera expiración que llegue. En definitiva, vuelves al "aquí y ahora" evitando quedarte en el pasado (que ya no es) o yendo al futuro (que todavía no es).

ACTITUD CORRECTA EN LA VIDA DIARIA :

En la práctica lo que se pretende en zazen es mantener un estado atento en el aquí y ahora evitando perderse en la actividad mental continua.

En la vida diaria pasa lo mismo; normalmente actuamos siguiendo hábitos, reaccionando a estímulos, pero pocas veces uno es consciente de sí mismo y de por qué hace las cosas. Al igual que en zazen, se debe mantener el cultivo de la atención en nuestras acciones diarias y evitar actuar por automatismos o mecánicamente. Es así cómo cualquier acción se convierte en meditación, cualquier acción se convierte en arte: pintura zen, jardines zen, arte floral zen, etc. Al igual que en zazen, al principio puede que no sea fácil, los hábitos nos arrastran, pero perseverando y acompañándolo con la meditación, poco a poco nos volvemos más centrados, más equilibrados, más serenos... Absolutamente todo puede convertirse en un eterno presente: fregar los platos, limpiar el suelo, cocinar, etc., sin discriminar, ésta es la parte más difícil.

ESTUDIO :

Obviamente, seguir todas estas instrucciones sin tener un mínimo de información adicional podría convertirse en una actividad más de la corriente "new age". Profundizar con alguna lectura permitirá que todo esto llegue a asimilarse mucho más. Se puede decir que la mayoría de las escuelas de zen no fomentan mucho el estudio de textos "antiguos y sagrados", al contrario de otras ramas del budismo; más bien ha habido siempre un cierto rechazo por lo intelectual dado que, en principio, lo que se pretende es ir más allá de la mente, por ello el zen y sus maestros tienen fama de ser contradictorios y a veces hasta incongruentes; son medios hábiles para romper los esquemas mentales; de todas formas, hay escuelas para todos los gustos.

Por ejemplo, nuestro maestro Tesshin nos sugiere un programa de estudio que nos empuja a abordar los tres pilares que estamos tratando todos a la vez; es un programa anual que invita a practicar zazen y a enfocar la atención en la vida diaria relacionándola con el óctuple sendero. Cada mes se profundiza en un sendero, informándose sobre el mismo con la muy variada bibliografía disponible en cualquier librería.

El Noble Octuple Sendero es el camino que Buda transmitió para conseguir la máxima evolución del hombre, el nirvana, la fusión con lo divino, allí donde ya no hay dos sino sólo uno, a saber: Entendimiento correcto, Pensamiento correcto, Palabra correcta, Acción correcta, Medio de Sustento correcto, Esfuerzo correcto, Atención correcta y Concentración correcta.

El cultivo de este óctuple sendero, recorrido y realizado por muchos maestros, lleva a apreciar más la vida tal como es. Buda significa despierto, budismo... No obstante, hay un detonante muy importante en el zen, sea cual sea la escuela, y esto es un retiro de meditación (sesshin), la eficacia de un zazen multiplicada por 100. Una sesshin te permite bucear en lo más hondo de tu ser. Habiendo muchas horas de sentadas, resultaría particularmente duro si se obligara a adoptar una postura específica, pero como ya venimos diciendo, no es nuestro caso, sin embargo, puede que siga resultando algo difícil sobre todo para algunas personas que estén empezando. Por esta razón es conveniente participar previamente en jornadas intensivas que se organizan de un solo día; de todas formas, también hacemos posible la participación en la sesshin en días sueltos a condición de que sean días completos.

Esperando que os sea de alguna ayuda os deseamos lo mejor.

Centro Zen Jardín de Luz.

 

Puedes contactar con nosotros en el tlf: 91 256 02 10

o el correo electrónico: zenluz@zenluz.org

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